Cientos de especies de aves en América del Sur requieren cavidades de árboles para anidar, y muchas de estas especies están en peligro por la tala selectiva y el claro de bosques para la agricultura. Nuestros objetivos fueron examinar la variación en el suplemento de cavidades entre especies de aves y hábitats, y estimular la conservación de cavidades de árboles para aves en anidación.
Nuestra investigación de campo en el bosque Atlántico de Argentina mostró que cinco especies simpátricas de loros dividieron sus nichos de nido, coincidiendo muy poco en las características de las cavidades. Sin embargo, el suplemento de cavidades declinó para todas las especies con el incremento de la actividad humana, desde el bosque primario, a través del bosque talado, hasta granjas. El Loro Pechivinoso en peligro globalmente fue la única especie de loro encontrada mas frecuentemente anidando en bosques talados y en granjas que en el bosque primario, pero nosotros no encontramos cavidades apropiadas en 14.8 hectáreas de tierra agrícola. Nuestra investigación de campo en el bosque del Amazonas de Brasil mostró que el bosque de crecimiento secundario recuperó un número similar de cavidades al del bosque primario en ~30 años; aunque probablemente disponible para la aves pequeñas, estas cavidades no incluyeron cavidades grandes y altas requeridas para las aves más grandes, tales como los falcones de bosque o los loros. Dado el lento tiempo para recuperar cavidades adecuadas para los loros en el bosque secundario, es crítico promover la conservación de árboles grandes que actualmente proveen tales cavidades, incluyendo árboles remanentes en granjas.
Porciones de bosque del Atlántico en granjas proporciona hábitat de vida silvestre critica y varios servicios de ecosistema, sin embargo están bajo presión por parte de los agricultores. Estos necesitan madera y tierra de cultivo, y no piensan acerca de la pérdida de hábitat como una amenaza importante para especies en peligro. En nuestros esfuerzos de extensión, nosotros nos propusimos incentivar a los agricultores a valorar las porciones de bosque por su servicio tanto a los humanos como a la vida silvestre y a fortalecer su compromiso para la conservación del hábitat. Usando relatos de cuentos interactivos en 12 escuelas, aprendimos que la mayoría de los niños habían entrado al bosque para recolectar frutas, agua, madera para el fuego o miel y la mayoría había comido animales salvajes del bosque; sin embargo, ellos no habían considerado que estas eran razones importantes por las cuales alguien debería proteger el bosque en su granja. Nosotros llevamos a cabo dos rondas anuales de actividades educacionales apropiadas a la edad con los grados K-12 en 17 escuelas rurales en el bosque Atlántico, para promover la conservación del bosque. Un año después de la primera ronda de actividades (pero antes de la segunda ronda), 93% de los estudiantes incluyeron deforestación del bosque y tala de árboles entre las principales tres actividades que ponen en peligro a las especies en su provincia. Para conservar el bosque y las especies en peligro, los estudiantes de bachillerato propusieron: 1) cuidar mejor el suelo para evitar deforestación de nuevas áreas del bosque (por ejemplo, usando cubiertas de invierno como hojuelas de avena para prevenir erosión en tierras de cultivos existentes), 2) plantar árboles nativos, y 3) no cazar especies en peligro. Veintiuno agricultores plantaron un total de 321 retoños de árboles nativos en sus granjas, para proveer una fuente futura de alimentos y refugio para los Loros Pechivinosos. ($7,840)