La ballena franca del Sur es una especie protegida, una de las cuatro declaradas Monumento Natural Nacional en Argentina. Es un ícono cultural y una oportunidad para las economías de ecoturismo sostenible. El entendimiento de los efectos de las actividades humanas en estas poblaciones de ballenas es por lo tanto una prioridad para su conservación y manejo. Este proyecto comparó la abundancia, distribución y comportamiento de ballenas entre un área marina protegida (Doradillo), un área urbana costera grande con actividad portuaria, recreación y turismo (Puerto Madryn), y una área costera pequeña donde se concentra la observación de ballenas desde embarcaciones (Puerto Pirámides).
Dado que las ballenas usan el área de estudio como una espacio estacional de crianza, las ballenas estuvieron presentes en Doradillo y Puerto Pirámides (áreas protegidas y de observación de ballenas, respectivamente) como se esperaba: los números fueron bajos en junio, incrementando constantemente a través de la estación pico de agosto a octubre y luego disminuyendo nuevamente. En Puerto Madryn (puerto urbano), la abundancia de ballenas fue menor y mas errática en el curso de la estación. Los pares madre-ballenato representaron más del 90% de las ballenas usando Doradillo, mientras que más del 60% de las ballenas cerca de Puerto Pirámides fueron individuos solitarios. Esto podría sugerir que muchos pares madre-ballenato están encontrando refugio en las zonas totalmente protegidas del área de reserva marina. Sin embargo, aproximadamente 50% de las ballenas vistas cerca de Puerto Madryn fueron también pares madre-ballenato. La distribución de ballenas fue sobrepuesta con las zonas de tráfico de embarcaciones y con registros de la Autoridad de Puerto de Puerto Madryn, ilustrando que las ballenas en Puerto Madryn se corresponden fuertemente con embarcaciones tanto en espacio como en tiempo (el pico de tráfico de embarcaciones fue en octubre). Mientras que hay una ruta marítima designada para embarcaciones entrando a la región mas grande del Golfo, no hay restricciones en la bahía inmediata de Puerto Madryn y choques con ballenas no son fuera de lo común. Este estudio aportó información específica de la distribución de ballenas que fue presentada a las Autoridades del Puerto y que con esperanza informará el manejo del tráfico de embarcaciones en áreas frecuentadas por las ballenas. ($8,082)